La cirugía reparadora exige técnicas quirúrgicas complejas para cada parte del rostro. En muchas ocasiones se puede corregir notablemente el aspecto de la zona afectada, pero en otras, la cirugía podrá mejorar pero no eliminar el problema estético. Las personas que pueden someterse a este tipo de cirugías son aquellas que presenten cicatrices faciales o corporales, que comprendan las limitaciones en cada caso y que son realistas con las expectativas.