El Lifting facial es un procedimiento quirúrgico que busca el rejuvenecimiento facial mediante la recuperación de la posición natural de los volúmenes faciales desplazados hacia abajo por efecto del paso del tiempo.
Podemos centrarnos en el cuello, lifting cervical, en las arrugas de la porción media de la cara, lifting medio facial, o, si lo que queremos es mejorar las arrugas de la frente, el contorno de ojos y el entrecejo, haremos un lifting frontal. Lógicamente también podemos aunarlo todo en el lifting facial completo.
El lifting facial es una intervención dirigida especialmente a personas a partir de los 40 años de edad cuya cara y cuello comienza a “caerse” pero cuya piel conserva todavía elasticidad. Esta intervención también se realiza a aquellas que, aunque más jóvenes, han desarrollado arrugas prematuras por factores genéticos o por una mayor actividad muscular.
La mayoría de pacientes tienen entre 40 y 65 años. Pero lo más importante no es la edad, sino el estado de la piel: esta intervención está destinada a personas con una piel envejecida, flácida y con arrugas en todo el rostro.
La colocación exacta de las incisiones y los pasos de la cirugía varían mucho según las estructuras de la cara. La técnica consiste básicamente en reposicionar las capas musculares, la piel y la grasa, retirando el tejido sobrante mediante una incisión que habitualmente comienza en la zona de las sienes (por dentro del pelo), se extiende al interior de las líneas naturales que existen en la oreja y continúa alrededor del lóbulo, detrás de la oreja y del cuero cabelludo. De esta manera las cicatrices quedan perfectamente camufladas. Cuando el cuello necesita un tratamiento especial, es necesario realizar una incisión justo debajo del mentón.
La recuperación de un lifting facial es muy rápida y muy poco dolorosa. Las cicatrices son prácticamente imperceptibles y se harán invisibles con el tiempo. En cuanto a los resultados, se aprecian a los 10 o 15 días después de la intervención y son excelentes y duraderos. Aunque el tiempo no se detendrá, siempre se parecerá más joven de lo que en realidad marca el reloj cronológico.
Normalmente todas las personas que se someten a una intervención, sea cuál sea, se suelen cansar con facilidad. Por ello siempre recomendamos que algún allegado pueda cuidarle. Por otro lado, el aspecto inicial no será el esperado: el rostro puede hincharse e, incluso, pueden aparecer algunos hematomas, además de sentir la piel adormecida. Pero a los pocos días todo mejorará y en la mayoría de casos se puede volver a la rutina laboral a los 10 días o 2 semanas.
El precio de un lifting facial dependerá siempre de la zona a tratar, que puede ser cervical, medio facial, frontal o en la totalidad del rostro. A veces es preciso combinar esta cirugía con la colocación de grasa propia del paciente mediante la técnica llamada Coleman o Lipofilling para devolver el volumen perdido en las zonas del rostro que lo precisen.
¿Cambia la expresión con un lifting?
No. Esta cirugía permite eliminar la piel sobrante y reposicionar la musculatura facial, pero siempre buscando la expresión natural del paciente. Es cierto que existen personas famosas (actrices, cantantes, etc.) a las que les ha quedado una expresión artificial, pero ello es, sobre todo, una consecuencia del abuso de las cirugías de rejuvenecimiento, y no de la técnica en sí.
¿Fumar habitualmente puede influir en el resultado?
Sí. El consumo de tabaco influye especialmente en la cicatrización y en la recuperación postquirúrgica, por lo que antes de someterse a cualquier intervención de cirugía plástica, pero especialmente las del rostro, se deberá reducir al máximo el tabaco o, mejor, dejar de fumar.